Diego Golombek, docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), realizó un estudio con investigadores de la Universidad de Washington, Yale y Harvard, que indaga en la relación entre sueño y luz eléctrica. El artículo ("Access to electricity is linked to reduced sleep") fue publicado en el Journal of Biological Rhythms y es el primer estudio que documenta este vínculo en campo.
Para trabajar el tema, los investigadores compararon dos comunidades tobas del norte argentino con características similares y a 50 kilómetros de distancia entre sí. La diferencia entre ellas es que una cuenta con luz eléctrica y la otra no. Mediante el uso de pulseras para monitorear la actividad y de diarios de sueño que llevaron los participantes obtuvieron la información para la publicación.
Este avance aporta un estudio en territorio a las investigaciones previas en laboratorio y plantea la posibilidad de que la causa por la que las personas duermen menos que sus ancestros sería muy simple: la luz artificial. El trabajo de los investigadores documenta, desde la observación, que este tipo de iluminación puede interrumpir el reloj circadiano y el ciclo de sueño. Además, a futuro se proponen estudiar los efectos que el ciclo lunar podría tener en los patrones de sueño y profundizar en la variación de las horas de sueño en las comunidades midiendo el nivel de melatonina.
