La sociedad actual está viviendo cambios significativos en su modo de vida. La desaparición de paradigmas que fueron patrones de comportamiento durante décadas ya no existe o son secundarios y han sido reemplazados por nuevos paradigmas que serán seguramente de vida más corta que sus antecesores.
Hoy podemos decir que la comunicación gráfica, televisiva o radial crea, en el caso de la información, gran parte de la opinión pública y en el mundo actual tiene una característica distintiva: hay demasiada información diaria que recibe cada uno de nosotros. El acceso a la información es instantánea y global, lo que nos ha llevado a conformar una sociedad cada día más informada.
Una de las causas de estos cambios tan profundos en la comunicación se debe a las nuevas tecnologías, que han producido un cambio dinámico, cada vez más acelerado y expansivo. Hoy por medio de las nuevas tecnologías, accedemos más rápidamente a los datos, la informática eliminó la barrera del espacio geográfico y del tiempo, es un beneficio y un desafió, ya que es necesario encontrar un sentido claro a las cosas con un mensaje más conciso a fin de evitar que tanta información actué como un sedante.
Una de las acciones fundamentales que permitiría potencializar la inclusión social es implementar un proceso educativo que permita la toma de conciencia de la importancia de la gestión comunicacional que permita la plena integración de las personas con discapacidad.
En primer lugar debemos interpretar por conciencia inclusiva al proceso formativo de cambio de conductas y conocimiento de las necesidades y motivaciones de las personas con discapacidad y para ello son de suma importancia los medios de comunicación. Esta estrategia de orden social presupone la implementación de un conjunto de acciones que por medio de un proceso continuo permita fundamentalmente la comprensión de la necesidades básicas y apuntar a la mejora en la calidad de los servicios.
