En el marco de la emergencia sanitaria, comprometerse con las necesidades del otro es realmente una buena razón para ponerse en acción. Así lo entendieron los 48 estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) que están haciendo tareas voluntarias en el “Centro de Telemedicina Covid Universidad”.
Los voluntarios trabajan a través de un “call center” que funciona para la detección precoz y seguimiento telefónico de contactos estrechos. En el Centro de Telemedicina hay estudiantes de distintas carreas de la UNQ y trabajan entre las 10 y las 16 horas, los días pautados y con los horarios disponibles de cada uno.
Jennifer Cardozo, alumna de la Licenciatura en Terapia Ocupacional, participó de varios voluntariados. “Siempre que puedo y tengo tiempo trato de ayudar”, dice. Pero esta convocatoria fue particular para ella. “Decidí anotarme porque yo misma fui caso estrecho de Covid. Tuve que aislarme y en el barrio había promotores de salud, personal, organizaciones y vecinos que nos asistían todo el tiempo, viendo qué necesitábamos”, cuenta.
“Cuando se planteó esta posibilidad del Centro de Telemedicina en la UNQ me pareció que sería una oportunidad para retribuir todo lo que me dieron en su momento”, expresa Jennifer. “Es algo para los otros pero también personal. Uno va adquiriendo experiencias y es muy satisfactorio”, subraya.
Rocío Herrera, Profesora en Ciencias Sociales y ahora estudiante de la Licenciatura en Educación en la UNQ, es otra de las voluntarias. “No lo dudé ni un instante”, dice Rocío. Cuando vio la convocatoria se anotó, estudió los protocolos, la asesoraron sobre cómo sería el trabajo y recibió una capacitación. Ahora llama por teléfono a cada familia, les recuerda los protocolos y la importancia del aislamiento, chequea síntomas y vuelca los datos en una planilla.
Y también contiene a las personas. “Cuando vamos conversando todos agradecen que los llame pero también nos cuentan sus historias, sus necesidades”, explica Rocío. “Hace poco me tocó hablar con una persona mayor que estaba muy triste porque tenía que estar aislada y no podía ir a atender a los chicos del comedor del barrio. Uno se ve reflejado en las historias. Si las familias manifiestan necesidades económicas, le ofrecemos el módulo de alimentos y artículos de limpieza para ayudarlos”, cuenta Rocío, que toma este voluntariado como una gran desafío.
Ambas están muy contentas con lo que hacen. “La UNQ es como mi segunda casa. Me dio muchas cosas. Soy egresada, sigo estudiando. Cuando vi la convocatoria yo sentí que tenía que hacer este trabajo”, señala Rocío. “No sólo por la experiencia. Siento que estoy haciendo algo útil y productivo”.
Para Jennifer, ser parte del voluntariado no sólo le dejará experiencias y satisfacciones. “Poder acordarme el día de mañana cómo pasé la pandemia y saber que fui una de las voluntarias es realmente muy importante y dar una mano al otro siempre está bueno”, concluye.
El "Centro de telemedicina Covid Universidad" es coordinado por el Programa de Bienestar estudiantil de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNQ.