Gabriel Iglesias, docente y codirector del Laboratorio de Virus Emergentes de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), participó como investigador en la reunión: “La firma del convenio es una oportunidad para visualizar el proyecto que estamos realizando desde la UNQ. Fuimos los primeros en el país en detectar material genético de SARS-CoV-2 en aguas residuales”.
La UNQ tiene un convenio con el OPDS para realizar estas actividades de investigación. Además, Iglesias -junto a otros tres investigadores de la Universidad (Leopoldo Gebhard, Juan Manuel Carballeda e Ignacio Aiello)- es parte de la Unidad de Coronavirus del MINCYT.
El principal objetivo de la iniciativa es determinar la prevalencia y evolución de la epidemia de COVID-19 a nivel poblacional a partir del análisis de muestras de aguas residuales. En este marco, la UNQ articula sus tareas de investigación con los organismos de la Provincia y la Nación. El estudio de las aguas se hará utilizando metodologías conocidas como "epidemiología basada en residuos líquidos cloacales". Para ello, se propone el monitoreo de esos líquidos en estaciones de bombeo, en plantas de tratamiento de agua y en colectores cloacales y/o pluviales, describiendo la propagación del virus en el entorno urbano y relacionándolo con la información proveniente de los diagnósticos clínicos.
El análisis de aguas residuales permitirá advertir en tiempo real en qué lugares circula el virus y conocer su dinámica. Así, junto con los tests de diagnóstico y los serológicos, se podrán identificar brotes potenciales.
“Cuando se comenzó a expandir el virus, desde OPDS pensamos cuál podría ser nuestro aporte, teniendo en cuenta que el foco estaba puesto en el ambiente. Revisamos los primeros trabajos internacionales que abordaban la problemática con este enfoque en EEUU y Europa y, aunque teníamos mínima experiencia, advertimos que estábamos en condiciones de detectar al patógeno en muestras de agua. Contábamos, a nuestro favor, con todo el background que significaba haber investigado dengue durante tantos años. Sabíamos que el coronavirus, en un porcentaje importante de personas (aproximadamente en el 30%) se excretaba con la materia fecal”, señaló Iglesias en una entrevista a La ciencia x otros medios (leer entrevista completa).


