La investigación, impulsada desde el Departamento de Economía y Administración y el Observatorio de la Economía Social y Solidaria de la UNQ, pretende poner en valor las experiencias de la economía social y solidaria como motor de transformación del paradigma económico dominante en crisis a partir de la pandemia del COVID-19.
El relevamiento fue realizado en tres etapas, con la participación de 9 organizaciones e instituciones del partido. En la primera etapa se establecieron los contactos y relevaron los Centros de Complementación Alimentaria; en la segunda, se desarrolló un primer relevamiento en busca de información inicial acerca de la ubicación geográfica, las características del servicio alimentario y la población alcanzada; y en la tercera etapa se co-diseñó e implementó una encuesta para conocer las experiencias con un grado mayor de detalle principalmente conocer la demanda y las formas de acceso alimentario para co-construir posibles procesos de abastecimiento desde la ESSyP.
Conforme con los datos obtenidos durante septiembre y diciembre del 2020, en 119 de los CCA de Quilmes se asistieron a unas 11.126 familias con la entrega de más de 17.428 raciones de comida por día. Principalmente viandas, pero también módulos y canastas alimenticias. Los datos de los restantes 110 Centros de Complementación se encuentran en proceso.
Respecto a la distribución geográfica de los comedores relevados, 70 de estos establecimientos se sitúan dentro de los asentamientos con menos recursos, a los cuales se determinó que concurre el 28,98% de las personas alcanzadas por la investigación. Por su parte, los barrios con mayor atención a la emergencia alimentaria por parte de estos actores sociales son el Barrio IAPI, el Barrio Itatí y la Villa Luján.
La situación social crítica y de emergencia alimentaria producto de las políticas neoliberales se agravó por la pandemia del COVID-19. En ese marco, se pone en relieve la importancia de las tareas y el compromiso de todas las organizaciones que llevan adelante su trabajo con el objetivo de mejorar las condiciones de acceso alimentario para los sectores populares y las familias en situación de mayor vulnerabilidad social.
De acuerdo con el estudio sobre circuitos socioeconómicos alimentarios, los movimientos sociales y organizaciones comunitarias gestionan 176 comedores en el territorio, mientras que las instituciones religiosas cuentan con 52. Los circuitos socioeconómicos son tramas económicas que involucran a dispositivos de organización del consumo, la comercialización y la producción de la Economía Social y Solidaria con mecanismos innovadores de organización del trabajo, la compra-venta, el financiamiento y la distribución, que favorecen tanto a consumidores como a productores.
Actualmente se está comenzando con el análisis de las respuestas obtenidas en las encuestas, las cuales fueron implementadas a lo largo del mes de mayo de 2021. En paralelo, y a partir del diálogo con las organizaciones, se dio inicio a otros dos relevamientos: uno de precios mayoristas (a partir de una canasta de alimentos co-construida) y otro de circuitos cortos de comercialización en Quilmes (comercializadoras solidarias, nodos de consumo, ferias, almacenes populares y tiendas colectivas).
El proyecto es una iniciativa del Observatorio del Sur de la Economía Social y Solidaria (CREES), integrante del Centro de Desarrollo Territorial del Departamento de Economía y Administración. Se desarrolla con financiamiento del “Programa de Articulación y fortalecimiento federal de las capacidades en ciencia y tecnología COVID-19”, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el apoyo de la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Buenos Aires y la Mesa del Asociativismo y la Economía Social de Quilmes.
Más info: http://observatorioess.org.ar/circuitos/
