Inicio » Noticias » Principal » Armand Matterlart (1936-2025)

Durante el fin de semana conocimos la noticia del fallecimiento, a los 89 años, de Armand Matterlart.

Mattelart fue uno de los intelectuales críticos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y comienzos de este siglo. Analista agudo, erudito y polifacético, gran tejedor de redes y espacios de pensamiento colectivo, abrazó causas populares de diferentes latitudes con compromiso y coherencia. Formado en leyes y demografía, fue un investigador sagaz de la comunicación y la cultura, que aportó enfoques capaces de conjugar las condiciones materiales y la dimensión geopolítica con una mirada atenta sobre las prácticas culturales y los sujetos sociales.

Belga de nacimiento, llegó a Chile en 1962 en el marco de redes académicas jesuitas y forjó una identidad marcada por su experiencia latinoamericana. Formó parte del Centro de Estudios de la Realidad Nacional (CEREN) de la Universidad Católica de Chile, donde impulsó estudios críticos pioneros sobre la comunicación de masas junto a su compañera Michèle Henry y los argentinos Mabel Piccini y Patricio Biedma. Cuando la Unidad Popular encabezada por Salvador Allende ganó las elecciones, puso su enorme lucidez al servicio del proceso profundo de cambios sociales, en el marco del cual escribó -junto a Ariel Dorfman- un libro que se convirtió en best seller internacional: Para leer al Pato Donald. Mattelart señalaba entonces “la urgencia de crear una industria cultural, planificada, coherente, no desvinculada de las líneas básicas del proceso y, sobre todo, tan prestigiosa y más talentosa que la que exhibe el signo capitalista”, preocupación que lo llevó más tarde a acompañar otros procesos revolucionarios en el tercer mundo. En aquel tiempo se forjó un núcleo de reflexión crítica sobre la comunicación, de alcance latinoamericano, que se expresó en la revista Comunicación y Cultura que dirigió junto a Héctor Schmucler y Hugo Assmann. Entendieron y señalaron a la comunicación como un campo de disputa ineludible para cualquier proyecto emancipador.

Su figura fue una referencia para generaciones que asistieron a sus clases, lo escucharon en distintas jornadas y lo leyeron en libros emblemáticos como Pensar sobre los medios y La comunicación-mundo, entre muchísimos otros. En junio de 2012, ante el Auditorio de la UNQ lleno de estudiantes, invitó a “salvaguardar el aporte de América Latina de otra visión sobre el ordenamiento del mundo”. “Hay mucho pensamiento que se echó por la borda, que finalmente ayuda a pensar el camino que nos queda para finalmente llegar a otras vías de emancipación”.

Con la partida de Mattelart, el 31 de octubre pasado, el mundo pierde un intelectual que tempranamente supo advertir sobre los nuevos sistemas de vigilancia y sobre el riesgo que ciertas tecnologías de la información, en manos de corporaciones, implican para la democracia y las libertades. Nos queda su llamado a construir un espacio público internacional capaz de defender los derechos frente al desarrollo liberticida. Lo despedimos abrazando su compromiso y su legado.