Inicio » Noticias » Se presenta el libro “Nunca la vi llorar”, de Nahuel Roldán
La obra es publicada por la Editorial UNQ y es la segunda edición del Ciclo de Presentaciones de libros del LESyC.

El 28 de octubre de 2024 a las 18 horas, se presentará el libro “Nunca la vi llorar. Una transa entre la calle y el afteroffice”, de Nahuel Roldán.

La nueva publicación de la Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes se presentará de manera virtual y será la segunda edición del Ciclo de Presentaciones de libros del LESyC (Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales sobre Violencias Urbanas)

Presentan: Tomás Bover y Nahuel Roldán

Coordina: Esteban Rodríguez Alzueta


Organiza: LESYC UNQ (Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales sobre Violencias Urbanas)

Los interesados en participar deberán inscribirse dejando su correo electrónico en los comentarios del siguiente LINK: https://www.instagram.com/p/DBdxJWVR1Vm/?img_index=1

 
CICLO DE PRESENTACIONES DE LIBROS del LESYC UNQ

Este libro es una etnografía realizada con un grupo de jóvenes que venden y consumen drogas legalizadas entre personas de clase media y clase alta. El autor recopila, a través de entrevistas observaciones participantes, la historia de vida -que recorre casi 40 años de experiencias y transformaciones en una familia y un barrio- de una mujer vendedora de drogas. Se presentan aquí dos cuestiones poco estudiadas en la investigación criminológica: en primer lugar, la matriz de género, una mujer que se convirtió en una de las dealers más importantes de la zona sur de la provincia de Buenos Aires; en segundo lugar, que su espacio principal de venta de drogas es un barrio de clase media alta, con clientes jóvenes de clase acomodada.

El estudio ingresa en el mundo de la venta y el consumo de cocaína de jóvenes ricos y de élite en la Argentina, pero también observa las particularidades de la criminalidad femenina. La mayor parte de las investigaciones sobre el tráfico de drogas se refiere al comercio al por menor o “callejero”, el “narcomenudeo” que realizan generalmente los varones pobres. Pero ¿qué sucede cuando los traficantes y los consumidores no son pobres, morochos y no sufren alguna desventaja estructural evidente? Si en esos casos el tráfico es percibido como desviación o subcultura criminal, ¿ocurre lo mismo con las personas de clase alta?.