El concepto de internacionalización de la educación superior es relativamente nuevo y ha ido cambiado (y sigue cambiando) en el tiempo.
Por cierto, las universidades siempre contemplaron una idea de vinculación internacional. Ya en su origen, fueron centros de generación y difusión del conocimiento al cual acudían estudiantes y profesores desde regiones más o menos remotas. Luego, más acá en el tiempo, el peso que históricamente han tenido las relaciones de cooperación y de asociación entre los distintos centros académicos en el campo específico de la investigación, sumado al impacto de las políticas de becas de los países centrales, implicó un sesgo internacional, que ha tenido y tiene impacto en los demás países.
Asimismo, en el ámbito universitario también siempre existieron visiones políticas comunes y transversales en un sentido amplio, que sobrepasan los límites locales y nacionales: basta pensar en los alcances latinoamericanos de la Reforma Universitaria iniciada en Córdoba, Argentina, en 1918; o en la ola de protestas estudiantiles en Europa y América en la década de 1960.
Pero, por otra parte, las universidades creadas a partir del siglo XIX (y que constituyen la enorme mayoría de las universidades hoy en funcionamiento) fueron parte de una política de afianzamiento y consolidación de los estados nacionales, en las cuales el acento no estaba puesto en lo internacional. Asimismo, las acciones de perfil internacional ya señaladas no siempre contemplaban una adecuada articulación institucional, ni al interior de la propia universidad ni en sus relaciones con instituciones de otros países: las relaciones tendían a darse entre investigadores o entre grupos de investigación, con poco involucramiento de las instituciones y en muchas ocasiones lo internacional propiciaba, en los hechos, una fuga de cerebros hacia los países centrales.
Por ello, lo internacional no formó parte de la agenda sustantiva de la gestión universitaria hasta fines del siglo XX. Este es el sentido del cambio que se produce en los últimos cuarenta años: tomar lo internacional como una política institucional prioritaria; y también considerar a la dimensión internacional de la educación superior como un objeto de estudio, reflexión, evaluación y análisis de impactos.
Ahora bien, ¿cuál debe ser la política de internacionalización de una universidad pública latinoamericana o argentina? ¿Se trata de copiar las estrategias de otras latitudes o más bien de buscar caminos propios?
Un camino (no transitado por las universidades públicas argentinas) pregona una solución sencilla y contundente: ser lo más parecido posible a instituciones de educación superior anglosajonas. Otro camino propugna la definición de un “modo latinoamericano” de gestionar lo académico y pone el acento en recuperar las raíces de lo regional, contraponiéndolo, en ocasiones en exceso, a lo global.
La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) entiende que la estrategia de internacionalización más adecuada debería pasar por una situación intermedia: consolidar un sello propio que nos diferencie del resto de las instituciones, encontrándose muchas veces esta diferenciación en como las universidades gestionan el desarrollo de sus servicios universitarios en relación con las condiciones de la localidad.
Para la UNQ, entonces, la mejor manera de relacionarse con lo global es a partir de fortalecer la pertenencia local o nacional, teniendo muy en cuenta la fuerte impronta social en su misión institucional, sin olvidar la necesidad imperativa de cumplir con los estándares de calidad educativa.
Las políticas de internacionalización de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) son definidas por los órganos de gobierno de la Universidad y son implementadas desde la Dirección de Relaciones Internacionales, encuadrada en la Dirección General de Relaciones Institucionales, a su vez dependiente de la Secretaría General de la Universidad y se estructuran sobre tres ejes estratégicos:
1. Visibilidad internacional de la UNQ
2. Movilidad académica
3. Internacionalización integral
Relaciones Internacionales en la UNQ